Invadida Jerez a comienzos de 1810, sería nombrada capital de la Prefectura y sostén general de toda la guarnición francesa en la provincia. Muchos serían los que acompañarían al Duque de Alburquerque, que venía retrocediendo empujado por el enemigo, a la capital gaditana, donde lucharían desde intramuros. No obstante, la guerra continuó en la provincia sucediéndose numerosos enfrentamientos con los que decidieron hacer frente al invasor, en principio formando partidas y posteriormente con la intervención de los restos del ejército español. La vida no resultó nada fácil para los gaditanos en la zona ocupada, viéndose abocados a la miseria, al verse sometidos al sostenimiento de la guerra, dejando exhaustas las arcas de todos y cada uno de los municipios que en aquellos años componían la provincia de Cádiz. Esta es la pequeña historia de algunos episodios, bravos y tristes, por lo que nuestros convecinos tuvieron que pasar en aquellos aciagos años de ocupación napoleónica.